(Imagen tomada por @TauroFC)

Crónica LPF Apertura 2024 | Final: Tauro FC 2-0 CD Plaza Amador

Este seguramente será un semestre que no pasará como uno más en la historia del Tauro FC, puesto que le dio sus victorias más dulces que formaron parte de su consagración en el Apertura 2024.

Partiendo por la goleada propinada a su acérrimo rival, el CD Plaza Amador que inauguraba su estadio, siguiendo con la arrolladora eliminación del tricampeón, Club Atlético Independiente (el cual le ganó las dos finales pasadas al Tauro), y haber frustrado al Plaza Amador que no pudo desquitarse en la gran final perdiendo ante los taurinos en un remozado Rommel Fernández que reabría sus puertas.

Desquite magnífico para una de las leyendas del fútbol panameño quien hoy en día es el timonel del conjunto albinegro, Felipe Baloy, que en un pequeño margen de años celebró dos veces y en facetas distintas con su club.

Las tres zonas de gradas del Rommel Fernández fueron abarrotándose próximo al pitazo inicial, y ya se respiraba un ambiente especial, con un Rommel Fernández que daba una sensación distinta notándose tanto por jugadores como por los aficionados que veían cómo se acercaba el momento.

Previo a la final hubo más preocupaciones del lado placino que del lado taurino, pero de las que solo el partido podría confirmar si serían factor o no, ya que ante las ausencias de algunos defensores, la juventud del Plaza Amador respondió en gran parte del torneo, solo que en esta oportunidad sin contar con el extaurino Gerardo Negrete, y el volante mixto Joel Lara, las cosas podrían complicarse más para intentar frenar a un Tauro FC que venía en buen momento con sus atacantes, especialmente con un volante que ansiaba jugar una final, Omar Browne, y que por cláusulas establecidas en el contrato, no pudo enfrentarse en las dos perdidas ante CAI, pero que luego tuvo su desquite en los playoffs.

Del primer tiempo se puede decir que hubo proximidades en el ataque de ambos conjuntos hacia ambas áreas, pero los guardametas no fueron tan exigidos pese a que las últimas líneas tuvieron que trabajar muchísimo para detener situaciones que podían terminar en remates de peligro.

Fue el Tauro FC que se acercó con mayor peligro a través de Ramsés De León y el propio Omar Browne, cada uno por un costado intentando encontrar la manera de dar el pase final hacia el goleador Yilton Díaz, o de ver si había algún pequeño espacio por donde conseguir algo apremiante.

Lo esperado era que en algún momento los ánimos se dispararían un poco, y así sucedió par de ocasiones en la primera mitad, incluso luego del pitazo final antes del descanso donde ambos banquillos ingresaron para evitar alguna acción que condicionara a sus equipos.

Algo alterados se marcharían los equipos a los camerinos, pero con la necesidad de poner el enfoque en los correctivos necesarios para encontrar la posibilidad de perforar las redes, y aunque Plaza Amador hizo una modificación antes del segundo tiempo, fue el Tauro FC el que pudo dar más en su asedio al arco.

Yilton Díaz tendría una buena oportunidad a los 47 minutos que acabó siendo rechazada por la zaga, pero dos minutos después no perdonaría y se ganaría con hechos el calificativo de verdugo del Plaza Amador, luego de recibir un pase de Omar Browne, y desbordar por la banda derecha a base de potencia, para retar al último defensor en la corrida hombro con hombro, y definir con un difícil remate cruzado que no pudo atajar Jaime De Gracia, lo que haría estallar la emoción en la gradería taurina.

Tauro empezó a manejar la ventaja cuando vio que el Plaza Amador encontraba como tener más el balón debido a las modificaciones que hizo Mario Méndez, mientras que los de Felipe Baloy entendían que en un contragolpe podían encontrar nuevamente esa posibilidad de anotar.

Browne perdonaría a los 68’ en una jugada que se elaboró desde la banda derecha luego de un balón recuperado por Irving Gudiño quien hacía conexión con Browne, y luego de recibir de vuelta la pelota cedió hacia Moisés Véliz quien vio a Browne haciendo la carrera para ingresar al área, y le pudo extender un pase filtrado, pero ante la salida de Jaime De Gracia el remate de Browne pasó cerca del poste lo que pudo haber sido el segundo gol.

Cuando se fallan opciones como esa es muy probable que la respuesta del equipo sea similar o termine en gol, esta vez el Tauro corrió con suerte a los 71’ cuando el Plaza Amador los tomó un tanto desprevenidos en velocidad luego de un saque de banda, y donde Ricardo Phillips logró darle un pase inmejorable a Alberto Quintero quien al recibir en el área se tropezó y no pudo sacar el esperado remate para poner el empate.

Plaza volvió a acercarse con peligro y a lamentarse cuando a los 82’, nuevamente por la derecha se daba la opción esta vez con Edgar Espinosa, pero el achique del guardameta Alex Rodríguez fue justito para apurar la finalización de la jugada que resultó con el balón pasando a un lado del arco.

Poco después le quedaba otra más a Plaza Amador, pero con más tiempo para pensar en cómo darle destino de gol al balón porque se presentaba un tiro libre y frente a la pelota estaba un especialista, un veterano que sabe como pegarle al balón en la táctica fija, Ricardo Buitrago que buscó el propio palo donde estaba posicionado Rodríguez, pero la pelota pasó saludando el paral quedando el asombro de los presentes.

Tauro vio como Plaza llegó con peligro una y otra vez, lo que ponía en peligro su ventaja, pero también sabía que era una oportunidad para buscar sentenciar el partido porque ante la búsqueda del empate era probable que hubiera espacios para aprovechar.

Atacaba Plaza y un mal pase no llegó a su destinatario, salió rápido el Tauro desde el fondo con un trazo de Rodolfo Rodríguez hacia Cristian Quintero que había ingresado en el segundo tiempo, y vio que por banda derecha podía ganar en el desborde a Juan González, luego con una buena conducción superó la anticipación de Julio Rodríguez, y del otro lado venía totalmente desmarcado Ángel Díaz quien recibió el pase y ante el achique de Jaime De Gracia definió con gran maestría con una vaselina para desatar la locura en la grada taurina, era su primer gol como profesional, era el gol que prácticamente les aseguraba el título.

Tauro encontró su desquite, uno que quedará escrito como uno de los capítulos más significativos en la historia de su rivalidad con el Plaza Amador en un semestre donde cambiaron los días de frustración por días de gloria con los goles de los Díaz.

Datos:

• Tauro FC conquista su título número 17 de la LPF
• El colombiano Yilton Díaz cerró el torneo como máximo goleador e incluso anotando en la final para un total de 9 tantos
• Felipe Baloy se une Alfredo Poyatos, Rubén Guevara, Juan Carlos Cubilla, y Rolando Palma como los únicos en ganar título como jugador y luego como entrenador del Tauro FC.
• El juvenil Ángel Díaz anotó su primer gol como profesional.

Claves del partido:

Peso la experiencia: La juventud del Plaza Amador no alcanzó para hacer frente y desquitarse con el Tauro FC. Aquella primera victoria ante los taurinos este semestre no pudo manifestarse por 2da vez. Del 3-0 en ronda regular al 2-0 de esta final hubo mucha diferencia, pero la experiencia permitió hacerle daño donde más le dolió al Plaza que era saltar las líneas y buscar atacar cada integrante de la defensa con dos jugadores cercanos en la elaboración.

Tauro fue contundente en su mejor momento: Los taurinos no tuvieron afán por dominar el partido en cuanto a situaciones de gol, pero sí mostraron la inteligencia necesaria para entender que primero había que hacerse fuertes en defensa, manteniendo la concentración en cerrarle espacios al rival, y tan pronto recuperar salir jugando con acierto.

Las transiciones rápidas, el buscar la mejor opción de pase les sirvió para tener un camino menos complicado para definir el partido.

Desconectar el juego asociativo con la delantera: La anticipación de los defensores incomodó en todo momento a los atacantes de Plaza Amador, ni Ovidio López, ni Mijahir Jiménez, ni Isidoro Hinestroza al ingresar pudieron darle esa presencia de un centro delantero al Plaza Amador que dependió más de la explosividad de sus extremos para poder tener alguna posibilidad, pero en la más clara no pudieron embocarla entre los tres palos.

Por: Samuel McCollin – Redacción Bitácora Deportiva