Pocos calificativos encajan con lo sucedido esta noche en el estadio Mineirão, un anfitrión que tenía muchas ilusiones de llegar a una final, vería como una potencia como Alemania, despedazaba esa posibilidad, convirtiéndose así en finalista, y no solo eso, dejando otro trauma imborrable de enorme magnitud al fútbol brasileño. Era el momento de jugar,...