Pocos calificativos encajan con lo sucedido esta noche en el estadio Mineirão, un anfitrión que tenía muchas ilusiones de llegar a una final, vería como una potencia como Alemania, despedazaba esa posibilidad, convirtiéndose así en finalista, y no solo eso, dejando otro trauma imborrable de enorme magnitud al fútbol brasileño.
Era el momento de jugar, el momento que daba inicio a la batalla por el pase a la final, y el equipo brasilero iniciaba apretando en el medio sector, a través de una presión que no permitía a los alemanes a prolongar sus jugadas, ganando saques de esquina que no amenazaban a los defensores.
Acostumbrados a la practicidad y efectividad, pero que en este mundial estaba algo desaparecida, los alemanes consiguieron abrir el marcador al minuto 11, una terrible labor al marcar en el saque de esquina, permitió que Thomas Müller llegara sin marca y definiera el 1-0, tras el centro de Bastian Schweinsteiger.
El gol fue como encontrar petróleo para los alemanes que no estaban precisos en sus pases, se les anticipaba con facilidad en el medio campo, pero la rápida composición defensiva evitó que dichos contragolpes del equipo brasilero, trascendieran, y la labor de Luiz Gustavo junto con Fernandinho en el medio sector era algo que iba a ir empeorando, por la ansiedad que les notaba al momento de recuperar balones, dejando espacios atrás.
Los 4 minutos de terror se desatarían en el Mineirão, lo inusual, que incluso es difícil que suceda entre equipos que tengan una amplia diferencia entre ambos, y fue cuando los volantes de Brasil se convirtieron en rehenes de la desconcentración, ante un equipo de Alemania que solo tenía una cosa en mente que era buscar el gol sin demora, ampliando el marcador al minuto 23, llegando al área chica por medio de Toni Kroos, que la cedió a Thomas Müller, dejándosela a un Miroslav Klose que hizo pantalla para confundir a los centrales, rematando al arco y aprovechando el segundo rebote, acabando con el record de Ronaldo, apoderándose el alemán del galardón del máximo goleador histórico en mundiales, llegando a su tanto número 16 en 4 mundiales disputados, un gol que representaba el 2-0 para los de Joachim Löw.
Ante el débil y preocupante funcionamiento defensivo, los alemanes no tendrían razones para desistir en su ataque, adelantando líneas tras recuperar la pelota, conectando con su principal eje en ataque que era Toni Kroos, cediendo a Mesut Özil, que encontró espacio suficiente para cederla a Phillip Lahm, que sin problemas la metió al área chica, pasando la pelota al frente de Thomas Müller y quedándole a Toni Kroos para que de pierna izquierda la prendería, siendo el 3-0, en 24 minutos de juego, resultado que pocos pensarían y en el tiempo que se llevaba.
Brasil trataba de reordenarse y salir desde atrás, pero errores garrafales era lo que cometerían en aumento, cuando Dante, dio un pase bastante flojo hacia Fernandinho, que se complicó, y allí fue donde Toni Kroos le robaría el esférico, cediéndola a Sami Khedira, que inteligentemente se la devolvió, para dejar extraviada a la defensa, definiendo el 4-0, en 26 minutos.
La tragicomedia solo dio un receso de dos minutos, otro balón comprometido en la media cancha, terminó en una secuencia de pases cortos en el área chica, que dejó en ridículo a la defensiva de Brasil, para poner el 5-0, a los 29 minutos, una máquina de fútbol que registraba su mejor etapa de productividad.
Sentenciados a un final humillante, le quedaba a Luiz Felipe Scolari y los suyos hacer que el resultado fuera menos escandaloso, pero no encontraban la manera de quitarle la pelota a los alemanes, que con sus pases hipnotizaban a una desesperada y desenfocada Brasil, que después del descanso del medio tiempo, llegó a acercarse a los aposentos de Manuel Neuer, quien respondió ante los remates de Oscar, y Paulinho.
No habían parches que cubrieran los huecos defensivos que presentaba Brasil, solo era cuestión de tiempo para que llegaran más goles, y Joachim Löw, le daría minutos a André Schürrle y Per Mertesacker para darle descanso a Miroslav Klose, también a Mats Hummels y por qué no? Seguir deleitando a los fanáticos teutones, incrementando la humillación en los brasileños.
Seguían luciéndose los alemanes, y con Schürrle en la cancha, lo menos que se puede pensar es que no habrán oportunidades, hubo y en buenas cantidades, anotando el 6-0 a los 69’, por medio de André Schürrle, tras una asistencia de Phillip Lahm quien ingresó al área chica por lo mal que defendía el equipo brasileño, quedándole la pelota al propio Schürrle definiendo como si fuera un penalti en movimiento, hasta que consiguieron armar una gran jugada, luego diez minutos después, el bochorno era más grande que la extensión territorial del país anfitrión, por medio del séptimo gol, compuesto de dos buenos gestos técnicos, primero la asistencia de Müller a espaldas del objetivo, llegando a tiempo Schürrle para bajarla en el área y con un potente disparo, superaría a Julio César para el 7-0, ni más, ni menos.
Solamente le quedaba a varios de los presentes aplaudir al rival, sentir una vergüenza mayor a la que sentían equipos pequeños, que trataban antes de hacer lo posible de no ser goleados de esta manera, y que ahora son equipos que dan lucha, hasta terminan amargando a los que en teoría deberían ganar, pero esto era algo distinto, era la caída más aparatosa que se pudiera dar en una semifinal, una de las maneras más dolorosas para despedirse de la posibilidad de disputar una final, el Mineirão solo hacía eco a los cánticos de los hinchas alemanes, y a varios hinchas brasileños que coreaban “ole” ante cada pase alemán, desaprobando con justa razón a la humillante presentación de su equipo.
Oscar sería el único que tuvo la oportunidad de vencer a Neuer para anotar el gol del honor, ya sobre los minutos finales del encuentro.
Marco Antonio Rodríguez haría sonar su silbato por última vez en el Mineirão, que pondría fin a la mayor vergüenza de Brasil en mundiales, y al gran despliegue de buen fútbol, de esa Alemania que era equivalente a aquel equipo arrollador, que con esa identidad se prepara para dar el último paso que es el más difícil, en el estadio Maracanã, y dejando a su paso una nueva historia, un hecho memorable, de regocijo alemán, de desolación y tristeza carioca, bajo el nombre de Mineirazo.
Aquellos rostros de alegría y felicidad que sobresalían durante 27 días, hoy se convirtieron en rostros de desconsuelo, de una mal que creyeron haber superado, y que regresó en su peor versión, ahora lo que más incomoda a los brasileños es saber que el mundial no se ha acabado, ya que tendrán que disputar el partido por el tercer puesto.
Mañana conoceremos cuál será el rival de Alemania para lo que será la final, y cuál será el rival de Brasil para el partido por el tercer puesto.
Datos: Es la peor derrota que ha sufrido Brasil en la historia de los mundiales, además es la mayor goleada registrada en la etapa de semifinales en la historia de los mundiales, sumado a eso el gol de Miroslav Klose, desplaza a Ronaldo como máximo goleador de los mundiales, ocupando ese lugar el delantero alemán, con 16 goles. Tampoco se puede dejar por fuera aquella estadística donde el equipo que queda campeón de la Copa Confederaciones, todavía no consigue ganarse el mundial.
Claves del partido:
– Empobrecida labor defensiva: Desorientados, descuidados, bastantes expuestos, fue un antónimo de lo que es defender, poca comunicación del equipo brasileño, no hubo un trabajo mancomunado, prácticamente el equipo alemán jugó 65 minutos sobre el terreno brasileño.
– Toni Kroos: Precisión al momento de pasar y componer el juego, sus pases llevaban propósito de gol, no estuvo referenciado, se movió como quiso, anotando dos goles y dando una asistencia.
– El juego colectivo y preciso: Cátedra fue lo que se demostró por parte de los alemanes, incluso dentro del área chica eran capaces de trazar pases cortos que aumentaban los espacios para definir, siendo esto la clave en tres goles, además resaltar el trabajo colectivo, especialmente de los laterales, largo recorrido, y ayudando a mantener la presión, que hizo enlace con los errores defensivos.
Ficha Técnica:
Alineación de Brasil (1): Julio César, David Luiz, Dante, Maicon, Marcelo, Luiz Gustavo, Fernandinho (Ramires, 46′), Oscar, Bernard, Hulk (Paulinho, 46′), Fred (Willian, 69′). | DT: Luiz Felipe Scolari.
Alineación de Alemania (7): Manuel Neuer, Mats Hummels (Per Mertesacker, 46′), Jerome Boateng, Benedikt Höwedes, Phillip Lahm, Sami Khedira (Julian Draxler, 76′), Bastian Schweinsteiger, Toni Kroos, Mesut Özil, Thomas Müller, Miroslav Klose (André Schürrle, 58′). | DT: Joachim Löw.
Goles | Brasil: Oscar (90+1’) | Alemania: Thomas Müller (11’), Miroslav Klose (23’), Toni Kroos (24’,26’), André Schürrle (69’, 79’).
Tarjeta amarillas | Brasil: Dante (68’).
Árbitro: Marco Rodríguez.
Incidencias: Partido correspondiente a las semifinales del mundial Brasil 2014, jugado en el estadio Mineirão, ante unos 58,141 espectadores.
Por: Samuel McCollin – Redacción Bitácora Deportiva | Twitter: @SamuelMcCollin
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