(Imagen cortesía de FEPAFUT Prensa)
Segundo mundial y con las ganas de dar más
Estamos a solo horas de que Panamá juegue su segundo mundial de fútbol sala, el segundo de manera consecutiva, para una disciplina que no está completamente estructurada en el plano local panameño, pero que por el talento innato, proveniente del día a día de los barrios, ese talento ha sido bien amoldado hacia los conceptos del juego, por parte del cuerpo técnico de Panamá.
Historial de Panamá en CONCACAF:
Panamá ha tenido un crecimiento fácil de visualizar si nos basamos en resultados, y es que pese a no tener una liga profesional, ni mucho menos escenarios para practicar este deporte, así ha sido su evolución a nivel regional:
Pre-Mundial 2004: Quinto Lugar
Pre-Mundial 2008: Cuarto lugar
Pre-Mundial 2012: 3er lugar
Pre-Mundial 2016: Finalista.
Panamá en Pre-Mundiales ha intentado demostrar el nivel que ha representado a Centroamérica en las recientes ediciones, por tal razón Costa Rica, Panamá, y Guatemala, aparecen entre las mejores 25 naciones en el ranking mundial.
Lo que es un tanto increíble ha sido la decaída de países como Estados Unidos, que antes lideraba en apariciones mundialistas representando la zona, junto con Cuba, sin embargo ha tenido dos ausencias considerables.
La corta hoja de vida en Mundiales:
Este es apenas el segundo mundial que afrontará Panamá en el fútbol sala. Su primer mundial, como habíamos dicho anteriormente, fue en el 2012, en Tailandia, donde consiguieron una histórica clasificación a los octavos de final.
Panamá tuvo un grupo muy fuerte, con dos potencias como España, Irán, y una debutante como Marruecos, que fue la víctima del grandioso debut panameño, que terminó en un triunfo de 8-3, y luego, Panamá caería por el mismo resultado, ante España, teniendo una guerra cerrada en su tercer encuentro, ante Irán, el cual perdieron por 4-3, por lo que la diferencia de goles ayudó a que Panamá clasificara entre los mejores terceros lugares.
Los octavos de final sirvieron como una experiencia más, ante Brasil que hizo un espectáculo de fútbol sala ante Panamá, derrotándolos por 17-0.
La gran ausencia, Miguel Lasso
Panamá tiene una característica que tiene puntos favorables, como puntos en contra, y es que los jugadores del equipo panameño no son únicamente jugadores de fútbol sala, ya que también juegan a nivel del fútbol de once contra once, particularidad que continuará hasta que se desarrolle de forma óptima el fútbol sala con una liga profesional.
Miguel Lasso, que lastimosamente fue asesinado en el 2013, fue uno de los jugadores más influyentes en este surgimiento, sensación, y crecimiento del fútbol sala de Panamá, ubicándose como goleador histórico en Pre-Mundiales, con 12 goles, y siendo uno de los que anotó 2 goles en el pasado mundial.
Lasso era un pívot con un refinado olfato de gol, con cualidades que presentaban ventajas liderando el ataque panameño, un potencial para desequilibrar en duelos individuales, sus técnicas propias, su manejo del esférico, potencia de remate, colocación, entre tantas otras cualidades de quien también fue un gran compañero en cancha, no solo para este grupo de jugadores, sino para otros equipos como en sus clubes, Chorrillo, Colón C3, y SUNTRACS FC.
El espacio que ha dejado Lasso, ha sido enorme, un vacío que solo origina recuerdos valiosos para quienes han convivido con este buen jugador.
La plantilla actual
Siete jugadores que estuvieron en el mundial anterior, proporcionan ese soporte de experiencia dentro del plantel actual, que ha tenido una renovación del 50% para este mundial, con siete jugadores que por primera vez afrontarán un mundial de fútbol sala, pero que cuentan con un potencial que les ha hecho ser idóneos para ocupar un espacio dentro de esta plantilla.
Esos siete jugadores que estuvieron en Tailandia son: Edgar Rivas, Óscar Hinks, Fernando Mena, Claudio Goodridge, Carlos Pérez, Jaime Londoño, y Michael De León, sin dejar por fuera al hoy asistente técnico, Apolinar Gálvez.
Pero otra de las piezas importantes, además del entrenador cubano, Agustín Campuzano, ha sido el asistente técnico, Porfirio Reboledo, quien ha acompañado a cada una de las generaciones del fútbol sala panameño, desde el 2004.
Para jugadores como Daniel Atencio, José Victoria, Josué Brown, José Pérez, Ángel Sánchez, Abdiel Castrellón, y Ariel Castillo, será su primera aparición en un Mundial de Fútbol Sala, pero son jugadores que se han mantenido en la órbita de este proceso de más de cuatro años, por lo que no son ningunos desconocidos dentro del esquema panameño.
¿Qué podemos esperar de Panamá?
Panamá cuenta con un despliegue dinámico de juego individual, pero por el tiempo que llevan jugando juntos, entrenando, sabiendo qué les hizo falta antes, y con los complementos recientemente adquiridos, habrá que esperar mejoras en dos áreas importantes: La táctica colectiva, y la mental.
Colectivamente Panamá ha tenido amplias desventajas ante equipos que han llevado más tiempo jugando esta disciplina a niveles competitivos altos, pero con lo que se ha demostrado en este grupo, esa brecha puede ser recortada al ver cómo sea su desempeño colectivo ante equipos que van a exigirle mucho, como Portugal y Colombia.
Esa colectividad necesita de algo clave que es el orden en funciones distintas, tanto al atacar, al desplazarse, al defender, son aspectos puntuales de un deporte que se basa en decisiones rápidas, y precisión, que han sido áreas donde Panamá ha tenido que reforzar.
Lo mental es muy importante, el control de las emociones, el tener una disposición para superar las adversidades, o solucionar ante los obstáculos propios del juego, cosas que pondrán a prueba a Panamá, en estos tres partidos siguientes.
Algo a lo que Panamá le ha costado es jugar ante la localía, las derrotas en las finales del UNCAF, y del Pre-Mundial, ante Guatemala, y Costa Rica, respectivamente, parecieron como si la afición se los comiera, y eso también fue causa de los arbitrajes un tanto localista en aquella vez, mismas condiciones que pueden darse en el cierre de la fase de grupos, ante Colombia.
La ofensiva de Panamá tiene una ventaja y es el buen trato de pelota que tienen sus cierres, la salida que tienen, y una arma importante, los balones detenidos que suelen ser cobrados por jugadores que tienen potencia, y colocación, lo que es un valor añadido a lo que ya cuentan en su ofensiva.
Por: Samuel McCollin – Redacción Bitácora Deportiva | Twitter: @SamuelMcCollin
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