(Foto vía FIFA/Getty Images)
Crónica – Mundial de Fútsal Colombia 2016, Grupo A | Uzbekistán 1-3 Panamá
Debut rodeado de nerviosismo fue lo que se vivió entre Uzbekistán y Panamá, quienes abrían el grupo A, en el Coliseo Del Pueblo, en Cali, donde al final lo que pesó más fue el resultado que le permitió a Panamá sumar su segundo triunfo en mundiales de fútbol sala.
El desconocido rival para Panamá, conoció mucho y hasta más de lo que esperábamos, siendo un equipo que se preparó para restarle brillo al equipo panameño, haciéndoles pasar por momentos de mucho apuro, solo que el final amargo serían para los uzbekos que no tuvieron la facultad de ser contundentes.
Panamá fue más paciente que Uzbekistán en la mayoría de los tramos del partido, eso ayudó a que no cometieran tantos errores como su rival, pero la consistencia, o el mantener un ritmo, su patrón de juego en ataque, fue algo que le costó al equipo de Agustín Campuzano, las razones fueron varias, partiendo porque a algunos jugadores no se les vio tan seguros, tan eficientes como se les ha visto en partidos anteriores, también el hecho de que no es un equipo acostumbrado a jugar en dimensiones reglamentarias, aunque eso se vio más al momento de ir al ataque, rotar la esférica, ganar en velocidad, y otro factor, uno que puede influir en cualquier cabeza, y es el aspecto mental, donde Panamá tuvo ciertos descuidos que pudieron ser costosos.
El ambiente fue creciendo en el estadio, los anfitriones, aficionados colombianos observaban el duelo entre uzbekos y panameños, como un abre bocas para lo que era el gran duelo de fondo, Colombia vs Portugal.
Entre algunos destellos técnicos, varios panameños se llevaron los aplausos y asombros de unas graderías que se entretenían con las olas, y también las palmadas al estilo de Islandia o Hungría en la Euro.
A Panamá se le hacía difícil entrar con posibilidad de tiro hacia el arco de Ruslam Umarov, por la forma en cómo retrocedía, y aguantaba en la marca el equipo uzbeko, que respondía a la contra, pero también tuvo sus momentos en que controlaba la pelota haciendo que Panamá esperara.
Campuzano le dio cinco minutos al cuadro inicial, y optó por rotar, colocando a Michel De León, Ángel Sánchez, Edgar Rivas, para enlazar jugadas con Carlos Pérez, pero Uzbekistán no dejaba de imitar a un escudo móvil, que bloqueaban cada remate que proviniera de la zona de alas, o pívots.
Uzbekistán sintió que podía hacer más en ataque, una vez tenían a Panamá controlados, se dedicaron a ingeniar su ataque, pero no conseguían llegar en superioridad numérica, aunque Dilshod Irsaliev fue el primero en retar seriamente al arquero, Jaime Londoño, y más adelante, el poste se convirtió en el mejor amigo de Londoño, y de Panamá, porque en dos disparos, de Davron Choriev, los uzbekos estaban cerca de anotar.
La defensa de Panamá estaba quedando expuesta, porque no había esa intención de meter más la pierna en la última zona de cancha, aunque antes en avisos, las apariciones de Edgar Rivas, y Abdiel Castrellón, habían desacomodado opciones de remates francos.
Restando ocho minutos en el primer tiempo, Panamá hizo más con la pelota, haciendo lo que esperábamos todos, y era conseguir remates, pero así como crecía el deseo de anotar, crecía también la figura del arquero, Ruslam Umarov, impidiendo que anotaran Ángel Sánchez, y Carlos Pérez en distintas ocasiones.
Tanto se buscó que se conseguiría el primer gol del partido gracias al juego rápido, y la pizca de picardía individual, donde Edgar Rivas, la puso hacia Abdiel Castrellón que desde el ala izquierda, pudo apoyarse con Óscar Hinks, devolviéndosela de primera intención, y Castrellón ante Umarov, le hizo un truquito de amagar, y seguido definir de pierna izquierda, un gol que maravilló no solo a los pocos panameños presentes, y los muchos de vuelta en casa, sino también a los miles de colombianos presentes.
Panamá terminó con la ventaja en el primer tiempo, y con mucho en qué ajustar durante la charla de medio tiempo, sobre todo con ese poco conveniente juego de primera intención desde su propio campo, que fue causante de algunos balones perdidos.
Los siguientes 20 minutos del partido, no fueron nada parecidos a los primeros 20 minutos, y Ángel Sánchez tuvo una de las más cercanas a ser gol, pero su balón apenas pasaría desviado, luego, un descuido de Hinks, por poco era aprovechado por Artur Yunusov, y ante esa situación, uno de los guantes de Jaime Londoño, le daría una bonita postal a los fotógrafos, al ver como sacaba el remate.
El poste volvió a ser cómplice de Londoño, con el disparo de Dilshod Irsaliev, y en los contra remates, los achiques y reflejos de Londoño, sirvieron para detener esos balones que iban entre los tres palos.
El triunfo panameño fue trazándose a partir de errores contrarios, pero eran errores que se daban por la intención de salir a presionar o anticipar a los alas que estaban algo atrasados en Uzbekistán, y fue como Jorge Pérez quitó la pelota para luego dársela a Michael De León que no desperdició la imperdible, para aumentar la diferencia.
Londoño seguía siendo factor, Uzbekistán remataba sin tener que ser tan detallista en su forma de atacar, y Panamá fue pensando más en controlar el partido, lo que les hizo ganar faltas para poner a Uzbekistán al borde de la sexta falta, una infracción que nunca llegó, pero lo que sí llegaría era el tercer gol de Panamá, jugada parecida, ir a presionar a los alas, fue como Josué Brown, le quitó la pelota a a Farkhod Abdumavlyanov, y luego se la daría a Fernando Mena, que puso el 0-3, para mejorar lo que no era una buena noche para él, con una bazuca imposible de detener para Ruslam Umarov.
La táctica del 5-0, la utilizó Uzbekistán, era lo único que les quedaba colocar, sacando al arquero o teniendo un arquero jugador, para crear superioridad en ataque, una táctica que si no es bien aplicada, puede significar la sentencia, y eso fue lo que buscó Panamá, pero al final, lo importante era conservar la ventaja.
Otro punto negativo para Panamá, fue que el arco de Jaime Londoño no pudo aguantar, y Uzbekistán conseguiría un gol histórico, por medio de Javlon Androv.
Panamá sumaría tediosos tres puntos, que los ubican en el primer lugar, pero dejando muchas cosas en qué pensar hacia sus siguientes compromisos, donde el funcionamiento no es algo que los haya dejado satisfechos.
En el siguiente encuentro, Colombia y Portugal protagonizaron un gran partido que se llevó los reflectores, terminando en un más que dramático empate, a un gol. Angellot Caro madrugó a los portugueses con solo 29 segundos, pero Cardinal, en su partido 100 con la selección portuguesa, arruinó un poco la noche anotando faltando dos segundos y la pelota ingresaría a los 0 segundos, para salvar a uno de los favoritos.
En el caso de Panamá, terminó con dos amonestados, que fueron Josué Brown, y Edgar Rivas. Lo bueno es que contarán con Claudio Goodridge para el siguiente compromiso, luego de que no jugara ante Uzbekistán debido a que acarreaba suspensión desde el juego final del Pre-Mundial.
Por: Samuel McCollin – Redacción Bitácora Deportiva | Twitter: @SamuelMcCollin
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