¿Qué nos dejó el apertura 2016 de la LPF?
Otro semestre de la Liga Panameña de Fútbol llega a su fin y en palabras defino el desempeño de cada club.
No me hago responsable por mi sinceridad. O bueno, sí. Al fin y al cabo es mi escrito.
Tauro FC: Sobre esfuerzo. Desde las primeras jornadas, la gente ya le estaba dando el campeonato. Debo decir que hasta yo imaginariamente se lo di. Jugaron partido a partido con la suficiente energía para clasificarse temprano y quedar primeros en la tabla acumulada. Los de Colón le apagaron la fiesta en semis. El Tauro gastó todo su oxígeno en las jornadas regulares y le faltó en el momento más importante.
Plaza Amador: Poco con mucho. Con un equipo de nombres grandes, con un experimentado y ganador Jair Palacios y con su 6ta copa encima lograron ser constantes pero con baches que le iban a costar. A mi parecer tuvieron una delantera floja. Al final le respondían todas las líneas menos ésta. Lo mejor estuvo en el arco porque fueron el equipo con menos goles concedidos. Samuel Castañeda sienta a un Hughes que venía de llevarse el premio a mejor portero la temporada pasada y lo hizo con gran razón. Fue el gran salvador plazino. Los de la caseta pierden en la final ante el DAU con un juego algo inexperto y desolado.
Chorrillo FC: Upegui. Quizás ese apellido define todo. Llegó para quedarse y hacer fiesta. Los chorrilleros empezaron con el pie izquierdo pero este colombiano llegó y lo cambió todo. Había chispa y ánimo pero los deja el Plaza Amador en semifinales en 2 partidos en donde quedaron morosos con la afición. Faltó fútbol.
Árabe Unido: Inteligencia. No fueron los primeros en tabla, no fueron los más mirados en el torneo pero hicieron las cosas bien, con fútbol que gusta, con concentración. Supieron cómo distribuir su energía según cada partido. Tuvieron de mando a un excelso Juan Sergio Guzmán que vivió cada partido como si fuese el nacimiento de un bebé propio. Fueron inteligentes porque supieron mantenerse en rotaciones, supieron ser constantes y alcanzar su 15ava copa. Colón sigue de fiesta.
Santa Gema: Sorpresa. No llegaron a semifinales. Poco les faltó para ello, pero en un inicio nadie daba un centavo por ellos. Nadie creyó que partido a partido se irían reponiendo y se harían más grandes. Me gustaría mucho ver lo que viene para ellos porque no son tan chicos como se piensa.
San Francisco: Un no sé qué. No, no es ese «no sé qué» que dice algo bueno, es un «no sé qué» porque no se sabe qué rayos hicieron los monjes en el torneo a pesar de no quedar «tan mal». Como mi compañero Samuel McCollin los definió: «Fueron inestables, sin un once que rindiera y con esquemas al que el equipo no se pudo adaptar». Y con esto seguro concordamos todos.
Alianza FC: Desplome: La verdad, hasta yo me la creí.
Por poco más de 10 fechas estuvieron jugando a un fútbol que daba gusto ver y gozaban cada triunfo o empate en las partes más altas de la tabla. Chalate Torres llegó a darle al equipo verdolaga lo que antes no tuvo: contundencia y constancia.
Todo fue bonito hasta ese punto porque lo que vino después fue un desastre que los dejó fuera de semis y en la usual posición del equipo verde cada torneo. El club no pensó en una plantilla más grande y el cansancio los acribilló a todos.
Sporting San Miguelito: Descalabro. Los rojinegros la pasaron muy mal y de su futuro no se sabe mucho. Luego de que no alzaran mucho el vuelo en manos de Lopera, estuvieron al mando de José Montenegro mientras llegaba José Alfredo Poyatos. Este último desertó, y dejó al equipo más a la deriva y de vuelta al mandato de Montenegro. 3 técnicos en un solo torneo, lo que dejó a los académicos en la 8va posición y temiendo el descenso. No culparía a los jugadores, más bien a la manera en que se llevó su dirección. No hubo un cuerpo técnico consistente que le agarrara de las manos hacia un mejor camino. Por el bien de la liga, esperamos que el equipo vuelva a ser constante y competitivo en el clausura venidero.
Atlético Veraguense: Previsto. Era más que obvio que luego de la triste desaparición del Chepo FC y el repentino ascenso del Atlético a causa de ello su desempeño no fuera el mejor con respecto a los otros clubes. Un equipo que quizás no estaba preparado para semejante reto pero que hizo lo posible en sus últimas fechas por quedar en una posición no tam lejanamente alarmante como para darlo todo perdido.
S.D Atlético Nacional: Bomba de tiempo. Desde hace rato los linces venían haciendo las cosas más o menos bien con una dirigencia más o menos bien y con un manejo de las situaciones más o menos bien.
Todo se hizo a medias, incluso la dirigencia técnica: dividida entre Chiari y Ledezma no se podía tener un rumbo fijo y constante. Venían con un buen ritmo la temporada pasada pero los problemas estaban y la bomba explotó en esta temporada porque se hicieron con el último puesto de la tabla con apenas 10 tristes puntos
¿Qué nos traerá el próximo torneo?
Por: Marjorie Herrera | Redacción Bitácora Deportiva | Twitter: @marjorieh06
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