Colón, ADN de competidores, ADN de ganadores

Colón, ADN de competidores, ADN de ganadores

Béisbol Mayor – Juego 4 Serie Final | Chiriquí 2-5 Colón

El apodo de “Cuna de campeones” le queda muy bien a la provincia de Colón, y con más razones, luego de que consiguieran el título que tanto esperaban, el que les hacía falta, el Béisbol Mayor.

Colón hizo realidad su sueño, y con barrida sobre una de las provincias más exitosas en el béisbol, Chiriquí, cerrando una gran temporada, disputando segunda final consecutiva.

La veteranía estaría en ambos montículos, con la misma meta, pero con diferentes sentidos, de un lado, finalizar el trabajo que les diera la dicha inolvidable, y del otro lado, darle una segunda oportunidad a aquello del cual todos tienen derecho, que es la esperanza.

Kenneth Batista frente a Alberto “Rocambo” Acosta, era el duelo para este cuarto y decisivo encuentro.

Ese duelo no duraría por mucho tiempo, y el único que prevalecería era “Rocambo”, lanzándose un gran partido que podría ser el cierre de su carrera con un final feliz.

Acosta empezó el encuentro ponchando a los primeros tres bateadores chiricanos, lo que ya daba un buen presentimiento, no así para Kenneth Batista que tan pronto le tocó lanzar en la parte alta de la segunda entrada, se le llenarían las bases con solamente un out, lo que causó que fuera reemplazado, siendo Andy Otero el que tendría que sacar a Chiriquí del problema, sin embargo no pudo evitar que los colonenses tomaran ventaja, cuando Jorge Bishop con un elevado de sacrificio, trajo a Rigoberto Catuy para que anotara desde la tercera base, en “pisa y corre.”

Colón sumaría su segunda carrera cuando Rigoberto Catuy pegó un doblete que impulsaría al veloz, Edward Muñoz, que desde la segunda base no tuvo impedimento para llegar al home.

Otero y Acosta se encargaron de colocarle anillos a la pizarra en la cuarta y quinta entrada, resaltando por parte del equipo chiricano, la confianza que tuvo el receptor, Antonio Concepción, sacando de forma consecutiva, a dos corredores de Colón que intentaron robarse la segunda base, acciones que eran un gran contraste a diferencia de los partidos anteriores, donde la receptoría era un motivo de gran preocupación.

La afición seguía entretenida, y más siendo mayoría por parte de los colonenses, a diferencia de los chiricanos que llegaron en menor cantidad, distinto a otras finales donde ellos eran mayoría.

Chiriquí pondría interesante el partido al recortar distancias en la parte alta de la sexta entrada, luego de que Antonio Concepción anotara producto de un elevado de sacrificio, por parte de Luis Castillo.

Otero sacaría otro cero importante en la sexta entrada, y Chiriquí volvería a la carga en la alta de la séptima entrada, empatando el partido con el imparable de Einstein Gutiérrez, consiguiendo anotar Carlos Quiroz, la carrera del empate, algo que pocas veces pudo conseguir Chiriquí en esta serie, apenas la segunda vez en toda la serie en que empatarían, luego de que Colón tomara ventaja.

Esa entrada pudo ser de recuperación para los chiricanos, pero una gran atrapada de Félix Arosemena en el campo corto, para evitar un imparable de Jorge Miranda, se convirtió en un doble play, luego del ágil y rápido tiro a primera, para conseguir esos dos outs.

Otero no pudo hacer que sus lanzamientos fueran inalcanzables por los bateadores colonenses, que le encontraron forma de pegarle en la parte baja de la séptima entrada, conectando dos imparables consecutivos, y luego una base por bolas con solamente un out, le pondría todo en bandeja de plata a uno de los más peligrosos por parte de los colonenses, Edgar Muñoz, que con imparable trajo la carrera del desempate, por medio de Oriel Corpas.

Hasta ahí llegaría el trabajo de Andy Otero, y Manuel Flores sería el que mandarían a intentar evitar que el daño fuera mayor, pudiendo sacar el segundo out, en jugada forzada en el home plate, sin embargo, quedaba un bateador más al cual enfrentarse, y era uno de los mejores en esta serie, Jhadiel Santamaría, que después de luchar con los lanzamientos de Flores, pudo conectarle un imparable que trajo dos carreras más, para poner el juego 5-2, favorable a los colonenses, un duro golpe, para los chiricanos, al ver como se agigantaba el fervor de los “Beep-Beep”.

Colón seguía inspirado no solo a la ofensiva, ni con sus lanzadores, ni con la seguridad de sus jardineros, el cuadro interior también fue gran protagonista en este cuarto juego, y sería Edgar Muñoz que con una gran atrapada, lanzándose atraparía una línea de Ashley Ponce, y luego Acosta pudo sacar tres outs más.

Chiriquí tenía poco en qué esperanzarse, ya no habían más oportunidades que la única que les podía dar la novena entrada, y seguía Alberto Acosta sobre el montículo, pudiendo llegar uno a base, pero luego sería en vano, ya que Carlos Quiroz batearía para doble play, y luego Jeffer Patiño con un profundo elevado hacia el jardín central, hizo posible que Santamaría atrapara la bola, y así se desbordaría la alegría de todos los colonenses, que desde 1962, no ganaban el título en el Béisbol Mayor, y esta vez logrando barrer a Chiriquí, cosa que había sucedido al revés en el año 2000.

Alberto “Rocambo” Acosta selló la histórica victoria, trabajando las 9 entradas, permitiendo 5 imparables, 2 carreras, cediendo 2 bases por bolas y ponchando a 7 bateadores. Andy Otero en función de relevo acabó siendo el lanzador derrotado, con 5 entradas lanzadas, 6 imparables permitidos, 4 carreras permitidas, 2 bases por bolas, y 4 ponches.

 

Los mejores en la ofensiva de Colón:

Jhadiel Santamaría: 4-1, con dos carreras empujadas.
Edgar Muñoz: 4-3, con una carrera empujada.
Jorge Bishop: 2-1, con una carrera empujada.
Rigoberto Catuy: 3-1, con una carrera empujada.

Los mejores en la ofensiva de Chiriquí:

Einstein Gutiérrez: 3-1, con una carrera empujada.
Luis Castillo: 2-0, con una carrera empujada.
Antonio Concepción: 3-2.
 
Colón, una provincia limitada por la falta de infraestructuras deportivas, golpeada por la violencia, y a la que le hace falta un trabajo enorme y positivo en el aspecto social, ha dejado escrita una nueva historia deportiva de mucho éxito, con un año inolvidable, y es que la provincia que ha visto al único campeón olímpico panameño, a los múltiples campeones mundiales de boxeo, pues recordará estos últimos dos años, y este año calendario (2016-2017), como el año en que mandó en el deporte panameño, ganando el título de liga en el fútbol de la primera división, ganando el título de liga en el baloncesto profesional, y ahora siendo campeones de béisbol, sin duda alguna un ADN competitivo, una cuna de campeones.

 

 
 
Por:Samuel McCollin – Redacción Bitácora Deportiva | Twitter: @SamuelMcCollin

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