(Imagen archivo cortesía de FIBA)
Manuel Hussein de cara al primer juego de esta segunda ronda.
El entrenador español a cargo de la selección nacional de baloncesto de Panamá, Manuel Hussein habló sobre cómo se encuentra el equipo dentro de este inicio del segundo trayecto hacia China 2019, donde las posibilidades se reducen para pocos y en lo que Panamá tendrá que hacer la hazaña para ser uno de los siete clasificados de manera directa, por el continente americano.
En esta instancia definitiva, Panamá tendrá que medirse a dos vueltas ante tres rivales de mayor nivel, como lo son Estados Unidos, México y Puerto Rico, algo que reconoce Manuel Hussein, además de enfatizar que el tiempo para corregir es poco entre un partido y otro, por lo que las victorias son más indispensables que en la fase anterior.
“Lo primero que tenemos que hacer es afianzarnos en nuestra personalidad, en nuestra manera de jugar.”, dijo Hussein a lo que añadió que es importante que el equipo mentalmente se encuentre bien, porque de lo contrario no importa el nivel en el que esté el rival, puede ser muy complicado ganarle.
Dentro de este tiempo de preparación, los trabajos encabezados por Hussein y su cuerpo técnico, han ido orientados a minimizar ciertos males que aquejan a Panamá y de los que no se ha podido reponer. “Lo que estamos intentando es buscar nuestra manera de poder competir, de poder ofensivamente estar enteros en el partido, que no nos partamos por situaciones de malas rachas, malas dinámicas, algo muy típico en esta selección históricamente.”, indicaba el entrenador del equipo panameño.
Dentro de esa mala costumbre que recae sobre Panamá, Hussein reconoce que, a comparación de sus próximos rivales, Panamá es una selección que tiene menos talento que las demás, por lo que su juego dependerá de otros factores colectivos. “Precisamente por eso tenemos que basar nuestro juego más en el tema de la disciplina, de ser más cuidadosos con el balón porque sabemos que cada pérdida de balón nos va a costar muchísimo, tenemos que ser más disciplinados para ser más consecuentes con nuestra defensa.”
Pero dentro de todo ese trabajo táctico, también han tenido que “aunar un poco el estado físico de los jugadores.”, como explicaba Hussein, dado que el tiempo de para entre varios jugadores tiene una diferencia que sobrepasa los dos meses, mientras que en algunos el tiempo de inactividad es menor, como de dos semanas.
Puerto Rico es un equipo que tiene muy desarrollada una de sus principales armas y que ha sido una virtud que han podido mantener desde generaciones anteriores y es la precisión en los tiros de tres puntos, algo que en la ventana anterior rebasó el 40% de efectividad, en tres de los seis compromisos disputados, pero su juego no se ha basado solamente en eso como para sacar diferencias que inclinen más el juego hacia su favor.
Ante Panamá, Puerto Rico ha sacado diferencias importantes con ese recurso, pero también es un equipo que como lo describe Hussein, también juega a un ritmo bastante elevado, además de contar con buenos tiradores de tres, cosa que Panamá le ha costado tener como una garantía.
Sin embargo, para el entrenador panameño la idea debe ser reducir el porcentaje de efectividad de los puertorriqueños en esas zonas de tiro y también procurar “intentar de alguna manera controlar un poco el ritmo del partido, que el partido no esté muy abierto porque ellos ahí se encuentran muy cómodos.”, explicaba Hussein, teniendo el pensamiento de que el partido se defina más por cuál de los dos equipos pueda imponer su plan de juego por más tiempo durante el partido, lo que conlleva una gran dificultad para Panamá.
El primer desafío no impide que Panamá esté ilusionado, porque sueña con llegar al Mundial, algo que no consigue desde el 2006, lo cual es un motor que mueve al equipo en ese día a día, “Ilusionados estamos y dentro de eso de alguna manera generamos la ilusión de vernos ahí, pero por otra parte sabemos con nuestro raciocinio que es complicado estar ahí.”, respondió Hussein.
Enfocado en las dificultades que implica que Panamá consiga sus objetivos, el entrenador concluyó con lo siguiente:
“Con desear las cosas no se consiguen, tú tienes que ponerte a funcionar y lo que tenemos que hacer es saber hasta qué punto estamos dispuestos a sacrificarnos para conseguirlo, qué estamos dispuestos a hacer para conseguirlo. “¿Queremos hacerlo?, sí. ¿Podemos hacerlo?, sí. ¿Tenemos esas probabilidades?”, No lo sé si son 5, 10, 45, 60, no lo sé, pero eso no es lo importante. Lo importante es lo que hagamos, no lo que decimos.”
Por: Samuel McCollin – Redacción Bitácora Deportiva | Twitter: @SamuelMcCollin
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