(Imagen cortesía de Prensa FEPABA)
Puerto Rico primer desafío de la segunda ronda
Ante un rival conocido y de mucha tradición como Puerto Rico, Panamá tiene este como su primera prueba crucial en esta fase de las eliminatorias donde el cupo más cercano es el tercer puesto para clasificarse de manera directa, y que por el momento está en manos de los boricuas.
Los duelos entre boricuas y panameños tienen muchas historias, solo que del lado puertorriqueño, esa tradición en el baloncesto la han sabido proteger y enaltecer con el desarrollo de su baloncesto y de sus jugadores, lo contrario a Panamá que durante muchos años solo se ha basado en su talento, lo cual no ha sido suficiente ante las exigencias del baloncesto actual.
El equipo dirigido por Eddie Cassiano vuelve a medirse ante Panamá después de aquella última edición del Centrobasket 2016, donde Panamá les propinó su única derrota del torneo a los boricuas, pero que curiosamente el equipo panameño quedó fuera del podio, mientras que los puertorriqueños se llevaron el título.
Luego de eso, Cassiano tuvo algunas complicaciones, como el haber quedado fuera de los Juegos Olímpicos ante una poderosa selección nacional de Serbia en el repechaje y una decepcionante participación en la FIBA AmeriCup, donde el equipo no consiguió clasificar a la siguiente fase.
Sin embargo, el quinteto puertorriqueño viene de alzarse con la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, con una plantilla que tiene varios jugadores que se estarán enfrentando a Panamá.
Sin duda alguna la principal figura de esta selección es el base de los Dallas Mavericks, José Juan Barea, que sueña con disputar un Mundial con su país, a los 35 años.
En el caso de Panamá, una selección que se ha extendido a fondo para poder llegar a esta fase y seguir aspirando a lograr esa meta, ha tenido problemas de consistencia en su juego durante la primera fase, sin embargo, el equipo no se ha visto mal cuando le ha tocado jugar en casa, pero cuando ha disputado encuentros como visitante, excepto uno, demostró esos problemas de consistencia ante los rivales más fuertes de su grupo, como Uruguay y Argentina.
Manuel Hussein, entrenador de Panamá recibió al equipo con algunos contratiempos, como el recuperar el ritmo de juego de muchos jugadores que tenían meses inactivos a causa de los parones de temporada en sus ligas, y otros que vienen algunas semanas de para y jugando en mejores ligas.
La experiencia no falta dentro del equipo panameño, contando con veteranos como Michael Hicks, Joel Muñoz, quienes han apoyado a los jugadores que están en mejor momento, como Javier Carter, Trevor Gaskins, Ernesto Oglivie, Tony Bishop Jr. entre otros.
La disciplina al jugar, sobre todo al defender es lo que quiere Hussein que el equipo pueda ser capaz de demostrar en gran parte de lo que dura el partido, sabiendo lo que implica cuando Panamá cae en rachas negativas, donde no ha sido posible recuperarse en los partidos anteriores.
En estos últimos 5 días en tierras puertorriqueñas, Panamá ha tenido el reto de reformular su juego para encarar este importante partido, donde se espera que esa falta de ritmo de varios de sus jugadores no sopese en lo colectivo.
Puerto Rico ha jugado en casa, dos de sus primeros tres partidos de local en esta eliminatoria, ya que ante Estados Unidos disputaron el partido «local» en Orlando, Florida, debido a que la isla caribeña se estaba recuperando del devastador paso del huracán María.
Aquellos dos partidos lo ganarían en el Coliseo Roberto Clemente, sede para el partido ante Panamá, cuyas entradas han sido totalmente vendidas.
¿Qué sigue después de Puerto Rico?
Luego de enfrentarse a Puerto Rico, el equipo panameño recibirá a Estados Unidos, el lunes 17 de septiembre, siendo el segundo juego de los 6 partidos que debe disputar en esta fase, quedando dos ante México y uno ante Puerto Rico y Estados Unidos, respectivamente.
Por: Samuel McCollin – Redacción Bitácora Deportiva | Twitter: @SamuelMcCollin
