La agonía estaba incluida en el boleto

La agonía estaba incluida en el boleto

(Imagen cortesía fifa.com)

Crónica Eliminatorias Catar 2022 | Curazao (1) 0-0 (2) Panamá

Willemstad, la capital de Curazao, isla caribeña considerada como “La Pequeña Amsterdam” por la influencia cultural holandesa, era el epicentro de un partido en el que colisionaban ilusiones con mucha fuerza, para saber cuál permanecería firme hacia ese objetivo que es clasificar al mundial de Catar 2022.


El partido ya venía condicionado por lo ocurrido en la ida, donde Panamá había sacado ventaja de 2-1, lo que era un resultado que le daba esperanzas a Curazao, quedando abierta la posibilidad de ver a un equipo distinto en cuanto a su manera de encarar el partido de vuelta, a cómo lo hicieron en la ida donde Panamá había sido muy superior.


Aquella superioridad de Panamá en la ida no resultó en una ventaja mayor, lo que había sido un desperdicio en cierta forma por lo que había hecho Panamá en la cancha, y que para la vuelta se esperaba que Panamá mostrara gran parte de su potencial como había sido en la ida, pero con algunos ajustes que había que realizar.


No cambiaba la formación de Thomas Christiansen, pero sí la escogencia de su cuadro titular en algunas posiciones, ante la ausencia de Michael Murillo por lesión, y la intención de cambiar a su delantero, en este caso optando por José Fajardo en lugar de Gabriel Torres.


Solo cambiaban par de nombres, pero ¿qué tanto se podía imponer el juego de Panamá sobre el de una Curazao que jugaba en casa y tenía que hacer el mayor esfuerzo para darle vuelta a la serie? La respuesta sería “poco”.


Patrick Kluivert sí se vio en la necesidad de hacer algunos cambios en su nómina titular, lo que llevó a Curazao a presentarle a Panamá un partido donde los canaleros iban a encontrarse pocas facilidades para hacer que su juego se expresara con claridad.


Los curazaleños tuvieron más el balón, pero sin encontrar espacios para hacer que su ataque le generara preocupaciones a Luis Mejía; se acercaban, pero sin encontrar posibilidades claras para un remate entre los tres palos, aunque ese obstáculo no fue permanente, ya que después de las primeras aproximaciones panameñas, como un remate hecho por Alberto Quintero, se empezó a notar que en las individualidades, los curazaleños podían conseguir algo más, y fue como con Juninho Bacuna pusieron a Luis Mejía a tener que intervenir como en un remate desde afuera del área.


Los primeros 45 minutos estuvieron escasos de grandes ocasiones de gol, mientras que el cero a cero le hacía advertencia a Panamá de que la noche se les podía complicar, tanto como aquellas noches de malos recuerdos en eliminatorias.


Era una advertencia bastante creíble, pues Panamá en el primer tiempo no tuvo profundidad, tampoco se le veía un buen funcionamiento en ataque, es decir que ni a balones detenidos, ni en juego largo para intentar esperar al error, le salía alguna oportunidad clara.


No obstante, el arranque del segundo tiempo presentó a una Panamá distinta, una que al tener el balón avanzaba con mucha seguridad y voluntad, haciendo que los planes ofensivos de Curazao se pospusieran por un momento, ya que se avecinaban problemas cuando se juntaban José Luis Rodríguez, Édgar Bárcenas, o Alberto Quintero, recibiendo aquellos balones ganados por Adalberto Carrasquilla, y Aníbal Godoy en la mitad de campo.


Fueron muy buenos 10 minutos para Panamá, tanto que lograron provocar un penalti, al señalarse una mano en el área por parte del central, Michael Maria, a quien al ir de cabeza intentando rechazar un balón, la pelota de un bote acabó impactando en su brazo que estaba un tanto separado.


Sería Édgar Bárcenas el que haría el cobro, pero el guardameta Eloy Room acertó a la dirección del remate, atajándolo, y en el rebote fue con todo el capitán Rhu-Endly Martina a despejar la pelota al saque de esquina, una acción que era suficiente para inclinar la presión sobre los panameños, y elevar la motivación de Curazao.


El penal dividió por completo el partido, y lo que quedaba de él sería muy distinto, la angustia empezaría a estar presente en el lado panameño, ante una Curazao que empezó a mostrar un fútbol más impetuoso y ambicioso.


La euforia de los que pudieron asistir al estadio, más de quienes apoyaban a Curazao desde sus hogares, hizo crecer a los de Patrick Kluivert, pero ante toda esa fuerza estaba la gran concentración de los defensores panameños Harold Cummings, y Andrés Andrade, quienes estaban en el momento propicio, de frente ante la angustia que causaba cada llegada de una apresurada Curazao.


El ingreso de Anthony van den Hurk le dio otra apariencia a la ofensiva de Curazao, los balones empezaron a llegarle, y él estaba para acomodarla a un rematador en el área, o hasta para ser el rematador, tal y como sucedería al minuto 63, después de un centro, cabeceó buscando a Gervane Kastaneer para que cerrara al otro palo, pero ahí estaba Andrade estirando su pierna derecha bloqueando el envío, y luego Harold Cummings complementando de cabeza antes que llegase Kenji Gorre a empujar el balón.


Hurk no era el único que estaba causándole problemas a Panamá, también Kenji Gorre, quien al minuto 75, en un desborde ante Francisco Palacios, hizo un disparo al que por poco alcanzaba cabecear Leandro Bacuna, y que en caso de hacerlo, la pelota acabaría con destino de gol, ya que tomaría por sorpresa a Luis Mejía, sin embargo el balón paso por encima de Bacuna.


Panamá tardó en volver a llegar al área de Curazao, pero antes del 80’, Alberto Quintero confió en la velocidad de Cecilio Waterman, filtrándole un balón al que le llegaría el delantero panameño, pegándole de primera intención, pero el balón pasaría a un lado del arco de Room, salvándose Curazao.


Par de minutos después, la más clara de Curazao, la que puso a temblar tanto al país caribeño, como al país centroamericano, una jugada donde Leandro Bacuna encontró libre por derecha a Jurien Gaari, y este al tener espacio, puso un envío rasante, encontrando a Anthony van der Hurk, que al recibir le pegó con potencia de primera intención, pero era tanta la fuerza de su remate que fue directo al horizontal, sin que ninguno de la camiseta azul pudiera mantenerla viva en el área, hasta que segundos después un cabezazo de Charlison Benschop terminaría arriba de la portería de Luis Mejía.


La agonía era tanta que Panamá había cedido terreno, había quedado muy atrás, protegiendo su arco, cuidando una ventaja, viéndose inferior a un equipo que los tenía ahí.


Thomas Christiansen ingresaría a Adolfo Machado en lugar de Francisco Palacios, y la recta final del partido fue manejada con más inteligencia por el equipo panameño, recuperando, teniendo posibilidad de contraatacar, pero más que todo cuidando las marcas individuales para que no volviera a repetirse una situación como la que se vivió antes del minuto 83 de partido.


El mexicano Marco Ortiz sonaría su silbato por última vez, y la angustia acabaría para Panamá, al desfallecer la ilusión de Curazao, y con eso la ilusión panameña se mantendría tras sobrevivir con una clasificación muy sufrida hacia la ronda octagonal, donde se enfrentará a los rivales más fuertes del área, una batalla por uno de los tres cupos y medio que cuenta CONCACAF para poder clasificar a Catar 2022.


Datos:

  • Este fue el partido 100 de Panamá en eliminatorias
  • Panamá avanza a la ronda octagonal sin conocer la derrota
  • Panamá no pierde en eliminatorias ante rivales caribeños desde marzo del 2017 (1-0, frente a Trinidad y Tobago).


Claves del partido:

La falta de apoyo en la delantera pesó más: José Fajardo estuvo muy solo intentando ganar balones largos, ver con quién podía asociarse, pero solo pudo ganarse una amonestación. Si esto lo asimilamos a como fue el compromiso de ida en el Rod Carew, Gabriel Torres no tuvo tampoco apoyo frente a Curazao, y pese a que Cecilio Waterman anotó siendo delantero, la jugada de su gol se dio a causa de la presión alta que permitió a Panamá recuperar un balón y contraatacar con pocos metros que recorrer antes de llegar al arco.

La única manera de que a Panamá le convenga jugar con un delantero, es siempre y cuando los volantes generen y ganen con balón dominado próximo al último tercio que le corresponda defender al rival, mientras eso no suceda, el ataque panameño se verá muy limitado.


El penalti tapado por Eloy Room: La jugada que mantuvo a Curazao en el partido, la jugada que cambió el partido. El ahínco que tuvo Curazao metió a Panamá en su cancha, y los cambios realizados por Thomas Christiansen no hicieron que Panamá recuperara más posesión de la pelota, quizás hubiese sido mejor para evitar tanto sufrimiento, optar por el ingreso de un Miguel Camargo, o Armando Cooper, jugadores que pueden manejar los tiempos y que por sus características, le darían mucho más a la elaboración ofensiva.


La difícil labor de permanecer concentrado dentro del área: Aquí hay que darle mucho mérito a la pareja de centrales, tanto Harold Cummings, como Andrés Andrade, siempre que estuvieron cerca del balón, lograron ganárselo a los delanteros de Curazao, pero las únicas dos veces donde se dejó un par de metros sin cubrir, ahí la historia pudo haber sido otra, pero la precisión le hizo falta a los de Curazao.



Ficha Técnica:

Alineación de Curazao (0): 1- Eloy Room, 2- Rhu-Endly Martina, 4- Darryl Lachman, 3- Juriën Gaari, 16- Michael Maria (19- Charlison Benschop, 79’), 8- Vurnon Anita, 17- Brandley Kuwas, 10- Leandro Bacuna, 18- Elson Hooi (14- Kenji Gorré 18’, (21- Ayrton Statie, 79’)), 7- Juninho Bacuna, 9- Rangelo Janga (12- Anthony van der Hurk, 64’). | DT: Patrick Kluivert.

Alineación de Panamá (0): 1- Luis Mejía, 3- Harold Cummings, 16- Andrés Andrade, 15- Eric Davis, 23- Michael Murillo, 2- Francisco Palacios (13- Adolfo Machado, 86’), 20- Aníbal Godoy, 8- Adalberto Carrasquilla, 10- Édgar Bárcenas (21- César Yanis, 75’), 19- Alberto Quintero, 7- José Luis Rodríguez (5- Abdiel Ayarza, 75’), 17- José Fajardo (14- Cecilio Waterman, 58’). | DT: Thomas Christiansen.

Árbitro: Marco Ruiz (México).

Incidencias: Partido de vuelta correspondiente a la segunda ronda de las eliminatorias de CONCACAF, rumbo a Catar 2022, jugado en el estadio Ergilio Hato, de Curazao, ante un aproximado de 5mil espectadores permitidos debido a las medidas de bioseguridad frente a la COVID-19.



Por: Samuel McCollin – Redacción Bitácora Deportiva | Twitter: @SamuelMcCollin

Leave a Reply

Your email address will not be published.